El cambio nunca es fácil. Pero lo encuentro gratificante. Acabo de completar mis primeros 100 días como nuevo presidente y director ejecutivo de Next50 y ahora estoy reflexionando sobre este importante cambio personal y profesional. Descubrí que Denver tiene una cultura acogedora y un clima sorprendentemente soleado (aunque ahora frío). Pero pasar del nivel del mar a una milla de altura no es una broma. Aprendes a beber más agua, cocinar de manera diferente y hacer ejercicio con paciencia. Ha sido una aventura gratificante.
La transición profesional de liderar la Sociedad Estadounidense sobre el Envejecimiento y regresar a la filantropía en Next50 no podría ser más emocionante. No sólo mis compañeros fideicomisarios me recibieron con los brazos abiertos, sino que el personal de Next50 también abrazó mi visión y liderazgo con entusiasmo.
Además, aprecio especialmente la recepción de la diversa comunidad de beneficiarios y socios de Next50. Durante mis numerosos “almuerzos y aprendizajes”, escuché cómo la falta de financiadores de edad avanzada afecta su trabajo, cómo Next50 es un recurso fundamental en Colorado y a nivel nacional, y cuántas oportunidades existen para continuar generando un impacto juntos.
Estas conversaciones comunitarias, acompañadas de datos abrumadores de nuestro propio aprendizaje relacionado con las subvenciones y de la investigación pública, refuerzan lo que ya no podemos evitar: envejecer es caro en este país. Nuestros sistemas no priorizan nuestro bienestar económico a medida que envejecemos. Agradezco que mis compañeros fideicomisarios y el personal de Next50 estén de acuerdo. Por eso me entusiasma compartir el nuevo plan estratégico de Next50.
Para 2027, impulsaremos las oportunidades económicas en el envejecimiento con subvenciones e inversiones sociales. Financiaremos ideas innovadoras y equitativas en Colorado y en todo el país que generen resiliencia y sistemas de cambio centrándose en tres áreas prioritarias: acabar con la discriminación por edad, promover la equidad digital y apoyar el envejecimiento en el lugar.
Acabar con la discriminación por edad como prioridad es una obviedad. Este sesgo sustenta muchas barreras personales, económicas, médicas y sociales para envejecer bien. Necesitamos poner fin a los estereotipos relacionados con la edad, los prejuicios y la discriminación dirigida hacia los demás y hacia nosotros mismos. Sólo entonces crearemos un mundo donde las personas sean valoradas y respetadas independientemente de su edad.
Además, la tecnología es una necesidad básica. Por eso, promover la equidad digital es otra prioridad importante. La tecnología debe ser accesible y asequible para todos los adultos mayores y las organizaciones que los atienden. Si invertimos para garantizar que todos tengamos igual acceso a la tecnología innovadora ahora, crearemos un futuro en el que la tecnología mejorará nuestra forma de envejecer.
Por último, apoyar el envejecimiento en el lugar, ya sea viviendo en casa o en la comunidad, es una prioridad. Todos deberíamos tener los recursos, la libertad económica y la tranquilidad para vivir donde nos sintamos más cómodos. Por eso debemos apoyar los sistemas y servicios que permitan a todos mantener su autonomía, dignidad y conexiones con sus comunidades durante el mayor tiempo posible.
En pocas palabras, este nuevo plan estratégico permitirá a Next50 cambiar el envejecimiento. Buscaremos catalizar servicios, investigaciones y políticas equitativos, innovadores y colaborativos. Si mis primeros 100 días sirven de indicación, sé que trabajaremos juntos para crear un mundo que valore el envejecimiento.
por Peter Kaldes, Esq | Presidente y director ejecutivo